El fundador, Santiago Tato, nuestro bisabuelo, no solo fue un farmacéutico comprometido,
sino también un miembro activo de la comunidad. En las primeras décadas, su farmacia era
un lugar de encuentro, donde se celebraban tertulias con figuras notables del pueblo y
alrededores. Entre esos encuentros, recordamos a personajes como Ramón María del
Valle-Inclán, Victoriano García Martí, Andrés Dias de Rábago, Eduardo Gasset Neira,
Paulino Santos Mieites, Casto Dios Tobío, Wenceslao Dios, Guillermo Ábalo, Paco
Barreras y Luís de Galinsoga, quienes se sentaban en el banco que aún conservamos,
discutiendo y compartiendo ideas que, en su momento, parecían querer arreglar el mundo.