Bienvenidos a Farmacia Tato

La Farmacia Tato abrió sus puertas por primera vez en 1906, y desde entonces ha sido un
pilar fundamental en el cuidado y atención de nuestra comunidad en Puebla del Caramiñal.
A lo largo de más de un siglo, hemos sido testigos de la evolución de la figura del
farmacéutico y de los modelos de atención al paciente. Sin embargo, uno de los valores que
siempre ha caracterizado a nuestra farmacia es la proximidad y el trato de calidad hacia
cada uno de nuestros pacientes

Nuestros Fundadores

El fundador, Santiago Tato, nuestro bisabuelo, no solo fue un farmacéutico comprometido,
sino también un miembro activo de la comunidad. En las primeras décadas, su farmacia era
un lugar de encuentro, donde se celebraban tertulias con figuras notables del pueblo y
alrededores. Entre esos encuentros, recordamos a personajes como Ramón María del
Valle-Inclán, Victoriano García Martí, Andrés Dias de Rábago, Eduardo Gasset Neira,
Paulino Santos Mieites, Casto Dios Tobío, Wenceslao Dios, Guillermo Ábalo, Paco
Barreras y Luís de Galinsoga, quienes se sentaban en el banco que aún conservamos,
discutiendo y compartiendo ideas que, en su momento, parecían querer arreglar el mundo.

Continuación del Legado

La historia continuó con José Tato Ferro, quien, tras finalizar sus estudios, se convirtió en copropietario de la farmacia junto a su padre. Tras el fallecimiento de Santiago en 1952, José Tato se hizo cargo del negocio junto a su mujer Carmina Lobo Asenjo. En 1970, con la muerte de José, Carmina asumió el mando de la farmacia con ayuda de Carmiña Porteiro, mostrando una gran dedicación y amor por el negocio.

Una Historia de Mujeres

Con la ayuda de dos regentes, María del Carmen Martínez y María Elena Sebe, Carmina mantuvo la farmacia en funcionamiento hasta que los sucesores pudieron asumir el mando. En 1977, su hija Encarnación Tato finalizó su licenciatura y, junto con su esposo Manuel Castillo, continuaron con la gestión del negocio, siempre con la colaboración de grandes compañeras como Rosana Castillo, Julia del Río Ríos y Rosana Castelo.

Expansión y Nuevas Generaciones

En 2019, se constituyó Farmacia Tato CB, con Encarna Tato, Javier Castillo Tato y Ana Castillo Tato como copropietarios, coincidiendo con la inauguración de Ortopedia Tato. Seguimos trabajando con el mismo compromiso que nos ha caracterizado desde nuestros inicios, junto a un equipo excepcional que incluye a Marta Lorenzo, quien lleva más de 25 años con nosotros, y a Sara Fernández, Margarita Barreiro y Sonia Pajuelo.

Un Museo Viviente

En palabras de Carlos García Bayón escrito en 2001:

Tras casi cien años de vida la farmacia Tato es como un Museo. Conserva el botamen,
muebles e instrumentos profesionales de los días de la fundación, así como el mobiliario, en
tal grado y riqueza que el establecimiento es una magnífica y valiosa reliquia. Allí podemos
admirar de los días fundacionales autoclaves, balanzas, matraces, morteros, pipetas. Con
este instrumental Don Santiago en los días heroicos cumplía las recetas magistrales en las
sombras de la rebotica igual que un personaje fáustico. El botamen de mármol es ejemplar
único con decorados hechos a fuego, pulcras caligrafías en oro y nombres exóticos
anunciando los contenidos: agallas de alepo, incienso, semen de ballena….
En lo alto aún presiden la copa y sierpe símbolos de la profesión, así como los bustos de
Galeno e Hipócrates, padres del saber médico. Tristemente se ha perdido un letrero que
desde el frente y bien alto y claro comunicaba al respetable cliente: NO SE FÍA. ¡Qué
estampas del tiempo ido!”

Nuestro Compromiso

Nuestra misión es seguir ofreciendo lo mejor de nosotros y que la Farmacia Tato sea, no solo un establecimiento sanitario declarado Bien de Interés Cultural (B.I.C) por la Xunta de Galicia, sino también una parte necesaria de vuestra familia. Estamos aquí para acompañaros en cada paso del camino, siempre con una sonrisa y un trato cercano.

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